Desde niños aprendimos conductas y tomamos creencias que rigen de manera automática todo lo que hacemos, muchas de esas creencias actúan en nuestro beneficio, pero otras no y no nos damos cuenta. Adicional a que nadie nos enseña como sentir todas esas emociones densas que tanto nos atoran. Esto nos lleva a vivir una vida a medias e insatisfactoria, llena de miedos, con pensamientos negativos que nos llevan a pelearnos con nosotros mismos y el mundo, estrés y ansiedad que repercute en todas nuestras actividades y relaciones. Vivimos una vida con miedo de hacer un cambio, a dar ese gran salto.

Mi misión es ayudar a mujeres y hombres a reconciliarse consigo mismos, resignificar su vida, romper con esos miedos paralizantes que no los dejan hacer todo eso que en realidad si quieren hacer, conocerse, mejorar sus relaciones, encontrar su propia misión, sus motivos para levantarse cada día y que se atrevan a ir por eso que realmente quieren.