Durante mucho tiempo viví pensando que había algo mal conmigo, que nada de lo que hacia era suficiente para recibir amor, creía que cuando tuviera la carrera terminada, el trabajo o negocio de mis sueños, la pareja ideal o el cuerpo perfecto finalmente lograría sentir esa plenitud y felicidad que buscaba constantemente en el exterior.

Me quejaba constantemente de lo que pasaba en mi vida, quería encontrar la razón de mi malestar pero no daba con él, leía libros de superación personal y aunque mucho de lo que leía me ayudaba, tarde o temprano volvía al mismo punto de partida, hasta que la vida de manera muy sabia me llevó a mirar hacia adentro a hacerme responsable de mis acciones y entender que yo soy cocreadora de mi realidad.

Decidí tomar las riendas de mi vida y empezar a manifestar lo que si quería, a crear la vida que mi corazón anhelaba, a transformar la relación conmigo misma y a compartir con el mundo el conocimiento que me ha llevado a disfrutar de este hermoso camino llamado vida.