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Foto del escritorJulieta Xiqui

Cómo ser coach con un trabajo formal, pero viviendo bajo tus términos.

No necesitas emprender o volverte independiente para ser coach.


Es común escuchar que sólo podrás vivir bajo tus términos si emprendes y te vuelves independiente. Y esta forma de pensar puede generar mucha frustración ante quienes no se sienten motivados o animados a hacer lanzamientos y vender de forma constante. Incluso puede ser desgastante para quienes no les agrada salir en redes sociales. Sin embargo, podemos caer en este tipo de conductas movidos por el deseo de ser libres. Una libertad que muchas veces se ha mal interpretado.



Pareciera que si trabajas para otros dejas de ser libre, cuando esto no es necesariamente así. Tú puedes vivir bajo tus términos y seguir trabajando para alguien más. Por este motivo, quiero compartirte cómo fue que yo lo logré y todos los mitos que tuve que ir derribando.




Mitos por derribar

  1. Para vivir bajo tus términos requieres independizarte. Falso. Tú puedes vivir bajo tus términos tengas un trabajo formal o no, seas independiente o no. De hecho, tener tu propio negocio puede sentirse como esclavitud si lo haces desde la desesperación, el miedo, o te cuesta trabajo compaginar tu vida personal y laboral. Lo importante en este apartado es que definas qué es para ti vivir bajo tus propios términos y cómo sabrías que llegaste ahí.

  2. Sólo tendrás un buen ingreso si tienes tu propio negocio. Falso. Tú puedes tener un buen ingreso trabajando en algo que te guste, siempre y cuando logres identificar qué es lo que quieres hacer que se te da de manera muy natural y que sirve a los demás. Y ojo, eso no significa que no tengas una marca personal, puedes incluso dar sesiones y que tu principal ingreso venga de tener un trabajo fijo siendo contratada por alguien más.

  3. Las habilidades de un coach no son requeridas en una empresa. Falso. Hoy más que nunca las empresas requieren de los conocimientos, habilidades y experiencias que tiene un coach, ya que muchas de estas están relacionadas con vivencias que tienen los colaboradores y que afectan su desempeño. Estamos en un momento en el que los empleados han dejado de ser un número o un ente que sólo trabaja. Cada vez vemos más a las empresas apostando por generar espacios de colaboración e integración donde todas las voces sean escuchadas, y a través de las cuáles se brinden espacios humanos a los colaboradores. Donde incluso se han integrado estrategias para combatir el estrés y el manejo de emociones tras haber vivido un evento tan fuerte como fue una pandemia a nivel mundial.

  4. Tengo que escoger entre ser coach y mi profesión. Es válido que, si tu profesión no te guste, sientas que tienes que decidir. Pero, si hay algo que amas de tu profesión, ser coach le suma. No se trata de elegir entre una y otra. Porque incluso, en nuestro camino personal, no hay errores. Pero suele suceder que, cuando algo empieza a no agradarnos queremos quitarlo de raíz, cuando tal vez lo único que se requiere es un ajuste. Por ejemplo, cambiar mi esquema de trabajo, incluir funciones en mi puesto donde pueda poner en práctica mis habilidades como coach.

  5. Si no eres un coach con programas vendidos no eres exitoso. Falso. Muchas veces este mito viene acompañado de ego. De ver a otros compañeros lograr cosas y pensar que nosotros también podríamos lograrlo. Pero poder hacerlo y querer hacerlo son dos cosas muy diferentes que bien vale la pena diferenciar. No se trata de que puedas o no; se trata de que emocione tu vida, de que realmente sea algo que amas hacer. Sino volverás a ser esclavo de tu trabajo. Y sumado a esto, otro punto importante es que definas qué es el éxito para ti, y cómo se representará en tu vida.

  6. Sólo puedo tener clientes si hago lanzamientos o me promociono en redes sociales. Y sí, puedes tener clientes ahí también, pero no sólo ahí. Tus clientes pueden estar en cualquier lugar, incluso en tu oficina sentados junto a ti.



Cómo saber si quiero ser un coach que colabore con alguien más

  1. Analiza cómo te sientes hoy, haciendo lo que haces. Ve si realmente eso no es para ti, o es un cuento que te estás contando porque los resultados no son los que esperabas. Ojo, que algo sea desgastante es muy diferente a que sea incómodo. La incomodidad nos reta a mejorar o crecer, el desgaste nos frustra.

  2. Identifica cuáles son esas actividades que te expanden y anótalas. Si pasas la mayor parte del tiempo contraída entonces algo tiene que cambiar.

  3. Sé completamente sincer@ contigo, ¿cómo es que quieres vivir?, ¿cómo esperas que sea tu vida?, ¿cuántas horas deseas trabajar al día?, ¿haciendo que cosas? Anótalo. Tenlo muy claro.

  4. Identifica las actividades que no son tu fuerte, que no te agradan o que te contraen. Ve si alguien más puede hacerlas ya sea una persona o empresa. Existen empresas dispuestas a pagar por tu conocimiento y experiencia, mientras ellos se encargan de realizar la publicidad y mercadeo de tu producto. Por eso es que es tan importante que definas qué deseas hacer.


Cómo empezar a realizar el cambio

  1. Analiza si es posible que en tu situación actual puedas hacer un cambio. Tal vez hablar con alguien y pedir colaborar en una empresa medio tiempo; quizá proponer que te consideren para realizar ciertas tareas. Considera que ser coach puede enriquecer tu profesión, sólo es necesario que encuentres el ángulo a través del cual ambos pueden unirse. Tal vez te gustaría crear algo, dar un curso; incorporar un acompañamiento personalizado en tus asesorías legales, donde ayudes a que la persona que representas gestione sus emociones. Incluso, puede ser ese plus que ofreces a tus clientes. Sobre todo, si tu carrera te gusta.

  2. Confía en que ese trabajo que deseas existe, y trabaja las creencias que te dicen que no es verdad o que eso no te puede pasar a ti. Cada vez son más las empresas que están operando desde un esquema de home office o trabajo flexible, donde tú eres responsable de tus actividades, de gestionar tus tiempos, y en las cuáles tu expertise como coach puede ser requerido.

  3. Prueba y evalúa cómo te sientes con ese trabajo formal. No temas negociar algunos aspectos de tu contrato. Sé muy claro con lo que quieres y lo que estás dispuesto a entregar a cambio.


Tú puedes vivir la vida que deseas, saliendo a la calle en el momento que así lo quieres, mientras eres pagad@ por hacer algo que ames en los tiempos que mejor se te acomodan a ti.


Life Coach Sherpa, México

Headcoach de productividad consciente en Sherpa Certification




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